Un niño pilo que rinde frutos
Simón Rojas: un joven con visión en la caficultura
De la semilla que se siembra hoy dependen en buena medida los frutos que se cosecharán mañana.
A Simón Jesús Rojas Villamizar, hoy de 15 años, un viaje de familiarización que hizo a los 10 años por algunas de las principales instituciones y empresas de los caficultores colombianos lo marcó a tal grado que desde tan corta edad se convenció de que quería dedicarse al café, como lo ha hecho su familia por tradición.
Hoy en día, es uno de los beneficiarios del proyecto “Una nueva generación de empresarios del café”, financiado con recursos de cooperación internacional, a través de las fundaciones EFICO y Collibri.
La familia de Simón Jesús está conformada por su padre, Néstor Jesús Rojas, su madre, Nelly Isabel Villamizar, y su hermano Jeison Rojas Villamizar, con quienes vive en la vereda Aguablanca, del municipio de Floridablanca.
En la actualidad cursa grado noveno en el Instituto Técnico Agropecuario Gustavo Duarte Alemán, en zona rural del municipio.
Hace 5 años, como parte del programa Niños Pilos, Parque del Café y gracias a su buen desempeño académico, participó en una gira educativa organizada por la Federación Nacional de Cafeteros, la Fundación Manuel Mejía, Juan Valdez Café, Almacafé, la fábrica de café liofilizado Buencafé y el Centro Nacional de Investigaciones de Café -Cenicafé, que le permitió familiarizarse con el proceso de producción del grano, desde la semilla hasta la taza.
Y aunque por su propia familia cafetera ya conocía el proceso, la gira amplió sus horizontes y le mostró las grandes posibilidades que ofrece la producción de café, que incluye cafés especiales de muy alta calidad y cafés de valor agregado.
De modo que cuando Simón se enteró de que en su municipio se llevaría a cabo el proyecto «Una nueva generación de empresarios de café», no lo pensó dos veces y se inscribió para participar en él.
En la estación experimental San Antonio de Cenicafé, en la vereda Vericute de Floridablanca, participó con otros jóvenes del municipio en el Campamento Nivel I, que los capacitó en el manejo agronómico del café, poscosecha y en los primeros pasos para crear una empresa, entre otros temas.
“Tengo una gran expectativa de capacitarme y aplicar todo lo aprendido en el campamento de jóvenes cafeteros, para potenciar una forma de negocio en el cultivo de café, emprendiendo siempre al lado de mi familia”, cuenta.
Conoce a su amiga Andrea desde que ambos eran niños. Ella, incluso, fue a la misma gira educativa de Niños Pilos hace cinco años. Hoy, tienen 14 y 15 años, respectivamente, y siguen con la amistad intacta y las ganas de seguir cultivando café gracias al apoyo de las Fundaciones EFICO y Collibri y al Comité de Cafeteros de Santander.
En sus ratos libres, a Simón le encanta jugar fútbol. Su equipo favorito es el Inter de Miami, porque para él el mejor jugador es Lionel Messi. También le encanta pintar murales; ha pintado varios, exaltando su amor por la naturaleza, la fauna y flora de Colombia, y su gusto por los videojuegos. Y ama escuchar música.
Cuando salga de la secundaria quiere formarse como médico veterinario, además de ser representante del Comité Municipal de Cafeteros, para aportar mucho más a la caficultura de su departamento, Santander, e incentivar a más jóvenes como él a participar en proyectos como este.